Desde la irrupción en el mercado de los teléfonos móviles, es cierto que poco a poco la telefonía fija ha quedado relegada a un segundo plano, dejando de ser fundamental en nuestro día a día. Tanto es así que hay países en los que se estarían planeando su desaparición. Es el caso de Estados Unidos. Los gigantes de las telecomunicaciones AT&T y Verizon quieren acabar con este viejo sistema en este país.
Su objetivo es reemplazarlo por sistemas basados en protocolos de Internet, que usan las mismas redes de banda ancha por cable e inalámbricas con las que accedemos a la Web. Las dos operadoras de telefonía están presionando a todos los estados norteamericanos, para que pongan fin al sistema tradicional de telefonía, basado en el cable de cobre y que lleva funcionando en Estados Unidos desde hace más de 100 años, donde se conoce como POTS (Plain Old Telephone Service).
Más de una decena de ellos, como California, Florida, Texas o Carolina del Norte están de acuerdo con el proyecto y desterrarán la telefonía fija de forma progresiva durante los próximos tres años. Otros como Kentucky y Colorado también están estudiando ya leyes similares para que sean los ciudadanos los que decidan. AT&T y la Comisión Federal de Telecomunicaciones, el supervisor de servicios de comunicaciones estadounidense, pronto comenzarán los primeros ensayos para explorar la vida sin la tradicional telefonía fija. Ciudades como Carbon Hills, en Alabama, de más de 2.000 habitantes, probarán voluntariamente el uso exclusivo de redes IP y de llamadas VoIP.
El presidente de la FCC, Tom Wheeler ha señalado al desvelar el proyecto que: “No podemos ser una nación de oportunidades sin redes de oportunidad”. De los resultados se extraerá por ejemplo cómo son las comunicaciones con los servicios de emergencia o las comunicaciones empresarios-clientes y cuál es su coste.