Las ventajas de las nuevas tecnologías son incuestionables, desde la posibilidad de estar siempre dispuestos para la comunicación hasta poder navegar libremente por internet, todo ello desde los teléfonos móviles. Nuestras vidas casi discurren por completo a través de estos dispositivos tecnológicos.
Pero a la vez estas ventajas se pueden convertir en peligro: nuestros teléfonos móviles pueden ser espiados y, sin que nosotros mismos lo sepamos, terceras personas pueden escuchar nuestras llamadas, leer nuestros mensajes y saber qué sitios de internet visitamos con más frecuencia, y en casos extremos, hasta cuáles son los números de nuestras tarjetas de crédito.
Todo ello se puede hacer gracias al uso de softwares espías, los cuales se pueden descargar directamente desde internet y son instalados en nuestros propios teléfonos móviles. El proceso de hackeado de un teléfono móvil es muy fácil, simplemente basta con dejar el teléfono en manos de un experto el cual, en menos de 10 minutos, el cual puede instalar y configurar uno de esos softwares piratas y ya está, nuestras vidas están expuestas ante los ojos de extraños.
Si por alguna casualidad una persona logra acceder a nuestro teléfono móvil e instalar uno de esos softwares piratas, podrá disponer de toda la información personal en cada momento, todo ello hasta que no sea desinstalado o limpiado el móvil.
Y todo esto parece de ciencia ficción pero no es así, ya existen algunas empresas que se han ido especializando en el tema del espionaje personal, sobre todo relacionado con personajes famosos, ciertos políticos, parejas celosas o padres a hijos, por la cual cobran sus honorarios como si se tratara de los antiguos detectives privados.
En fin, que nuestros teléfonos son las puertas traseras a los misterios de nuestras vidas y, si no tenemos cuidado con ello, pueden ser reveladas ante los ojos de los curiosos. Mucho cuidado con ello.