Ayer Apple presentó el nuevo y esperado iPhone 5. A diferencia de otras generaciones, la nueva no dejó a nadie sorprendido. Ya sea por que las filtraciones ya habían desvelado todos los detalles, o porque Apple no ha innovado demasiado en este terminal, lo cierto es que hubo algunas decepciones. A pesar de ello, el dispositivo tiene características muy interesantes que merece la pena conocer.
Uno de los puntos fuertes, aunque para algunos aún con demasiadas carencias en su tamaño, es la pantalla con la habitual tecnología Retina Display. Es de 4 pulgadas de diagonal y alcanza los 1.136 x 640 pixeles, manteniendo el mismo ancho que su predecesor, pero siendo más panorámica.
Por fin su diseño es ligeramente renovado, aunque sin pasarse. Es algo más ligero, un 20% menos pesado que el iPhone 4S y su chasis es entero de aluminio. Tal y como se filtró, su ancho es de sólo 7,6mm. Otro de los aspectos interesantes, la cámara, mantiene en esta ocasión la resolución de ocho megapíxeles, aunque puede realizar capturas panorámicas de 28 megapíxeles.
El sensor es el mismo que el del iPhone 4S, aunque las lentes son más pequeñas y de mayor calidad. El procesador, otro de los puntos fuertes del dispositivo, es el nuevo A6, una unidad más potente que duplica el rendimiento del anterior modelo, tanto en uso común como con videojuegos de última generación.
Por otro lado, es compatible con redes móviles de cuarta generación LTE, pero no en España, ya que de momento aquí no ha llegado. Por tanto, en Europa sólo contará con soporte para Alemania y Reino Unido. Otra de las novedades es el nuevo conector. Ha sido bautizado como Lightning y viene a ser lo que ya conocíamos por dock, pero en esta ocasión, más pequeño. Esto significa, que no nos valdrán los accesorios que teníamos de generaciones pasadas, habrá que renovarlos.
El nuevo iPhone 5 estará disponible en España desde el 28 de septiembre con precios que oscilarán entre los 600, 700 y 800 euros, en función del modelo que elijamos (16, 32 ó 64 GB).