Las empresas chinas ZTE y Huawei han respondido a las autoridades norteamericanas calificando de denigrantes y faltas de pruebas, a las acusaciones que se vierten en el último informe de Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Para los que aún no conocen la noticia inicial, el pasado lunes se presentó un informe en el Congreso de Estados Unidos en el que se decía que las compañías chinas ZTE y Huawei eran una amenaza para la seguridad nacional ya que podrían utilizar su alta tecnología, aplicada en los teléfonos móviles, para realizar actividades de espionaje económico o militar.
En respuesta a estas declaraciones, la multinacional china ZTE se limita a recordarles a las autoridades norteamericanas que la mayoría de los teléfonos móviles y tablets que se utilizan dentro del territorio de los Estados Unidos es fabricado en la propia China.
En el caso particular de la compañía Huawei, también respondieron a estas ofensivas declaraciones definiendo este informe del Congreso de Estados Unidos como un arma utilizada “para denigrar a China”, agregando más adelante en su declaración que a dicho documento “le falta completamente sustancia” y miente en sus argumentos, ya que ellos hace un año atrás le habían solicitado al propio Congreso el realizar una investigación conjunta para aclarar cualquier duda al respecto: “El informe ignora completamente estos hechos y desestima 10 meses de compartir información abiertamente”.
Pero también hubo reacciones por parte del Gobierno chino, éste insta a las autoridades norteamericanas para que dejen a un lado sus prejuicios ideológicos y emprendan “acciones que beneficien a la cooperación económica entre China y Estados Unidos en lugar de lo contrario”.