La compañía finlandesa Nokia, que antaño era abanderada del mercado de la telefonía móvil, parece que va poco a poco frenando sus pérdidas y aunque siguen en estado crítico, por lo menos puede exhibir este año una mejoría de su actividad comercial y, al parecer, han tocado fondo.
En tal sentido, sus ingresos muestran una ligera mejoría ya que a pesar de que fueron inferiores a los del trimestre pasado, 7.200 millones de euros frente a 7.500 millones del trimestre anterior, supera los datos que ya habían pronosticado los analistas financieros; con lo cual se interpretaría el hecho de que la crisis de Nokia pudiera haber tocado fondo, aunque se mantengan cerca del 19 por ciento por debajo de lo ganado el año anterior.
Según estas cifras, las pérdidas que obtuviera la compañía son ahora de unos 576 millones de euros frente a los 71 millones que se obtuvieran el año pasado. Sin embargo, estas cifras, a pesar de ser negativas, también son dadas por buenas para los analistas económicos, a pesar de que el trimestre anterior perdiera otros 826 millones de euros.
En opinión de algunos medios, al parecer estos buenos datos que ofrece Nokia en este último trimestre se deben más a la oleada de recortes de gastos que se han cometido dentro de la compañía, que incluye el despido de una parte de sus trabajadores, que a la mejoría en el índice de ventas de sus teléfonos móviles.
Se dice que la nueva línea de del teléfono móvil Lumia ha vendido tan sólo 6,3 millones de unidades, una cifra que contrasta con los 16,9 millones que obtuviera hace un año: esto refleja una caída de un 63 por ciento de su cuota anual.
En cuanto a la línea de teléfonos móviles básicos, donde Nokia reinaba dentro del mercado global hace tan sólo unos años, ha mostrado también un descenso en su índice global de ventas, aunque comparando los datos del trimestre anterior hay una ligera mejoría, todo ello gracias a su salida al mercado de su móvil barato Asha.