Todo parece indicar que no es sólo la compañía norteamericana Apple la que lleva a sus trabajadores hasta el límite de sus condiciones físicas en sus fábricas, sino que también la compañía coreana Samsung utiliza este método de trabajo intenso, casi en condiciones de semiesclavitud, para sacar el máximo de beneficios.
Ahora resulta ser que una organización gubernamental vinculada a las autoridades de Corea del Sur, Korea Workers’ Compensation and Welfare Service, ha revelado un informe en el que se concluye que una trabajadora de 36 años, cuyo nombre fue dado a conocer como Kim, murió a consecuencia de un cáncer y, según este mismo estudio, esta enfermedad ha estado vinculada con las condiciones de trabajo de una de las fábricas de móviles de Samsung.
En concreto, Kim pudo haber contraído la enfermedad al haberse quedado expuesta, por mucho tiempo, a la contaminación de materiales radiactinos y residuos orgánicos mientras trabajaba en la producción de los teléfonos móviles de la compañía coreana.
El informe de Korea Workers’ Compensation concluyó que Kim trabajó durante cinco años para Samsung (1995-2000), y durante todo este período de tiempo se expuso sobremanera al material altamente contaminante que le provocó la enfermedad que le produjo su muerte.
Para compensar esta violación de la seguridad de sus trabajadores, Korea Workers’ Compensation le pide a Samsung que indemnice a la familia de Kim y que reconozca su parte de culpa. Para eliminar la mala imagen, desde Samsung han declarado que no van a apelar dicha decisión ya que, como bien reconocen, Kim estuvo trabajando durante 12 horas al día durante estos cinco años sin que existiera un detector de radiación cercano, un hecho que demuestra las malas condiciones laborales de sus fábricas en Corea del Sur.