No es que el próximo buque insignia de la surcoreana vaya a tener forma de camaleón, ni mucho menos, es que, según rumores, Samsung incorporará en el nuevo terminal una tecnología en la que lleva trabajando mucho tiempo. Se trata de una función inteligente que permitirá que la carcasa externa cambie de color automáticamente, de modo que el dispositivo presentaría un aspecto diferente en virtud de las condiciones de temperatura que presente el terminal.
El sistema funcionaría gracias a la distribución de un panel de nano-celdas que recorrerían toda la cobertura externa de una carcasa de policarbonato. Estas nano-celdas disponen de un tratamiento de magnesio que, en función del efecto químico que se imprime por calor o frío, genera una reacción indeleble que se manifiesta en la materialización de los colores del espectro.
Parece que el sistema no había sido empleado hasta la fecha, porque no se había dado con el modo de hacer que el entramado de nano-celdas no se viera afectado por condiciones externas, como caída de agua o un golpe. ¿Y cómo habrían dado con la solución?, tan fácil como recurriendo a una pantalla de tipo Gorilla Glass 3, resistente a todo lo que le echen.
Otra de las cosas que habría tenido Samsung muy en cuenta en este dispositivo es la temperatura. Para evitar que se caliente en exceso, habrían optado por incorporar el nuevo procesador Exynos de cuatro núcleos a dos GHz, que ofrecería un altísimo rendimiento sin calentar apenas el smartphone.
Dado que hoy es día 28 de diciembre, día de los Inocentes, y se trata de un rumor, no sabemos si nos toman el pelo o si realmente la compañía asiática planea incorporar su peculiar sistema en el terminal. Es algo que ya conoceremos el próximo año.