Según rumores hasta tres teléfonos estaría preparando Apple para lanzar a lo largo de este año: El iPhone 5S sucesor de su actual buque insignia, un phablet, que sería competidor directo de la gama Galaxy Note de Samsung y el desmentido iPhone Mini, que nacería como respuesta a la crisis actual que vivimos.
Como en otras ocasiones, el sucesor del actual iPhone simplemente mejorará algunas de las características que han flojeado en la presente. De este modo se espera que el iPhone 5S integre una mejor carcasa, ya que ha habido muchos problemas con el aluminio de la que equipa ahora y también podría integrar una mejor cámara, de 8 megapíxeles pasaría a tener 12 y un procesador más potente.
Pero sin duda, el terminal más interesante va a ser el rumoreado phablet, que muchos medios ya han bautizado como iPhone Match. Se trataría de un terminal con pantalla de 4,8 pulgadas y cámara de 8 megapíxeles. Según coinciden algunos medios este nuevo smartphone vería la luz en junio y tendría como objetivo impulsar las ventas en telefonía de la firma californiana, que se han visto algo afectadas por el escaso éxito del iPhone 5.
Por su parte el iPhone Mini como su propio nombre indica, tendría características menos llamativas, pero un precio más bajo, lo que haría que llegara a muchos más usuarios. Se comenta, que este low cost vería la luz el próximo mes de diciembre para poder lograr incentivar las ventas de la compañía de cara al periodo navideño.
No nos olvidemos que estamos hablando en todo momento de rumores y que puede que finalmente todo quede en el tintero, aunque los medios que han dado la información son bastante fiables. Lo que parece claro, es que de hacerse realidad nos encontraríamos ante una Apple muy diferente de la que dirigía Steve Jobs, más centrada en el marketing que en la exclusividad de sus productos.
Y es que, no nos olvidemos que Apple siempre se ha caracterizado por tener un sólo smartphone en el mercado, pero que presumía de ser el más puntero y ahora eso ya no lo ha conseguido con su última generación. Parece que en Cupertino no están dispuestos a que Samsung les gane la batalla. Pero, claro, ¿a costa de qué?