Hasta la fecha, la resolución WQXGA está disponible en algunas tablets, como en la Nexus 10 de Google fabricada por Samsung. Esta tablet dispone de un panel de 2.560 x 1.600 píxeles, que distribuidos a lo largo y ancho las 10,1 pulgadas de diagonal, arroja una densidad de casi 300 puntos por pulgada. Según indican algunas fuentes, el próximo año podríamos ver los primeros smartphones con este tipo de pantallas, lo que será todo un placer para nuestra vista.
La carrera por la alta densidad la inició Apple con su iPhone 4, cuya concentración Retina de 326 puntos por pulgada hizo temblar de ira a la competencia. Hoy día, el estándar FullHD, 1.920 x 1.080 píxeles, es casi una obligación en los teléfonos que quieren ponerse a la cabeza de vanguardia y como referencia del mercado. Pero debido a los saltos periódicos casi obligatorios, la superación de la barrera de las 1.080 líneas parece algo posible.
Por ahora, varias compañías japonesas han demostrado que encajar tantos millones de píxeles en una pantalla no es algo imposible. Por ejemplo, Toshiba y Sharp ya han mostrado prototipos que superan los 500 puntos por pulgada. Lo que hay que tener en cuenta, es que para mover contenidos con semejante resolución también harán falta unidades de proceso potentes.
Es aquí donde jugará un papel muy importante el chip Snapdragon 800, que veremos en la segunda mitad de este año. Precisamente Samsung ya ha tenido un breve encuentro con la arquitectura de ocho núcleos, el Exynos 5 Octa que se ha instalado en una de las versiones del Galaxy S4. Por otro lado, todos los rumores apuntan a que Nokia lanzará también nuevos terminales Lumia equipados con procesadores Snapdragon 800 de Qualcomm.
Está claro hacía donde van los tiros, terminales muy potentes que dejarán muy mal parados a los móviles de gama media que tenemos en la actualidad.