Una mala noticia acaba de recibir la compañía estadounidense Apple, aunque a decir verdad, ésta es apenas un traspié dentro de la práctica comercial de la compañía en Asia.
Como bien ha trascendido a los medios de prensa locales, las autoridades encargadas de regular la competencia comercial en Taiwán han multado a la compañía Apple, obligándoles a pagar cerca de 20 millones de dólares taiwaneses, o lo que es lo mismo, unos 665.900 dólares al cambio.
Según se ha podido conocer, esta multa a la compañía Apple se le ha impuesto bajo el argumento de que la misma ha fijado los precios de sus nuevos modelos de iPhone, los cuales han sido vendidos a través de contratos por las operadoras de la telefonía móvil locales.
Lo cierto es que tal y como dictan las leyes taiwanesas, ningún representante de la compañía Apple, ni de ninguna otra empresa extranjera, tiene derecho a imponer un precio a sus dispositivos una vez que los derechos de distribución han sido vendido a sus representantes comerciales.
Las pruebas para demostrar estas prácticas utilizadas por Apple, y que les han servido a las autoridades de Taiwán para condenarla, se han basado en parte en la lectura de los correos electrónicos que demuestran cómo previamente las compañías locales habían enviado sus tarifas para que fuera la misma compañía estadounidense la que las aprobara, todo ello, antes de que el producto llegara al mercado.
Evidentemente, una actitud como esta frena la libre competencia entre las compañías telefónicas y, quienes definitivamente salen perdiendo, han sido precisamente los usuarios finales que compran estos dispositivos.