Aún no han salido oficialmente al mercado y ya han sido las causantes de una multa de tráfico en los Estados Unidos. Según unas recientes informaciones, una mujer estadounidense se declaró como inocente ante una citación de tránsito, en la que se le acusaba de haber estado conduciendo su coche con las gafas de Google puestas.
Como bien se sabe, estas gafas con realidad aumentada, conocidas ya como Google Glass, cuentan con una pequeña pantalla transparente que cae sobre el ojo derecho, y la misma dispone de acceso a internet.
En opinión de los agentes de tráfico, conducir con uno de estos dispositivos móviles activados crea distracción y puede provocar accidentes, tal y como pueden ocurrir cuando los usuarios van hablando con sus teléfonos móviles a la vez que conducen su coche.
Aunque aún no se están comercializando a todo el mundo estas gafas Google Glass, lo cierto es que existen un número significativo de personas que las poseen, y este es el caso de la conductora Cecilia Abadie, la cual ha pasado a ser una de las 10 mil personas que han sido seleccionadas para probarlas, pudiéndose convertir de este modo en la primera infractora de tráfico que utiliza las gafas Google Glass.
Según se ha podido conocer, Abadie fue detenida en una autopista de San Diego, cuando conducía su coche a una velocidad de 130 kilómetros por hora en un tramo de carreta cuya velocidad permitida tenía un máximo de 105 kilómetros por hora.
Cuando se produjo dicha detención, el agente de tráfico notó que la conductora viajaba con estas gafas Google Glass puestas, comunicando de manera inmediata dicha distracción a su unidad de tráfico.
Ante esta denuncia, Abadie se ha declarado inocente, argumentando en su defensa que el reglamento que se le aplica no es relevante para esta tecnología móvil, aunque actualmente ya existen varios proyectos de ley en tres Estados en los que se solicita la prohibición de permitir la conducción con este tipo de dispositivos puestos.