Un estudio realizado en Estados Unidos por el equipo de BlogMost, revela a través de una infografía algunos detalles muy interesantes sobre nuestra relación con los smartphones.
Uno de los datos más destacados, es el crecimiento de usuarios de smartphones durante los tres últimos años. En 2011 había un 35% de usuarios que contaban con un teléfono inteligente, una cifra amplia, pero todavía menor en comparación a los que contaban con teléfonos móviles tradicionales. En 2012 la estadística dio la vuelta y los smartphones superaron a los teléfonos móviles por un 46% frente a un 41%. Finalmente, en 2013 los teléfonos normales cuentan con un 35% frente al creciente porcentaje de la telefonía avanzada, que ya se sitúa en un 57%.
Llama la atención que también ha ido disminuyendo el número de personas que no tenían móvil. La opinión más extendida es que la telefonía móvil es útil, con un aplastante 73% frente al 13% que la encuentra una carga. Está claro, cada vez hay más teléfonos avanzados y eso sólo puede ser si la gente lo considera una tecnología útil.
El estudio también desvela prácticas poco recomendables, como el uso de los smartphones mientras conducimos, con un 32% de encuestados que admiten hacerlo de forma habitual. Además de poder crear situaciones de peligro, los smartphones también nos roban parte de nuestra vida social, como por ejemplo cuando los usamos en una fiesta (37%), comiendo en un restaurante (36%) o jugando con nuestros hijos (35%).
Mantener nuestro smartphone junto a la cama todas las noches está entre los hábitos más extendidos, con un 68% de usuarios, frente a otros porcentajes menores que lo mantienen en otra habitación o en el coche. Por otro lado, el smartphone es el primer acompañante que elegimos a la hora de irnos al baño. Un 75% de los usuarios prefiere utilizar su teléfono para pasar el rato en este lugar, ya sea con un juego, viendo noticias o consultando el correo electrónico.