Hace ocho años que surgieron en España las primeras Operadoras Móviles Virtuales (OMV) y, desde entonces, su crecimiento ha sido imparable. Se trata de operadoras que no disponen de una infraestructura propia y, para poder prestar sus servicios, alquilan las redes a las que sí cuentan con ellas como Vodafone, Movistar u Orange.
Lo cierto, es que el crecimiento en número de usuarios que están experimentando las OMV está haciendo que las operadoras con red hayan visto cómo disminuye notablemente su cuota de mercado. De hecho, sólo en el pasado mes de enero, las tres grandes operadoras registraron números negativos en sus portabilidades netas: 172.000 líneas menos, mientras que las OMV continúan ganando clientes y representan cerca del 12,5% del sector, con un total de 6,45 millones de líneas.
Para frenar la pérdida de usuarios, las operadoras con red propia están negando el servicio 4G a las operadoras virtuales, generalmente argumentando problemas técnicos en la implantación o en la red, lo que priva a 6,5 millones de usuarios poder acceder a dicha tecnología, a pesar de que la prestación de los servicios está reflejada en muchos de los acuerdos entre las operadoras.
De hecho, un gran número de operadoras virtuales opinan que existe un pacto no escrito entre las 3 grandes de la telefonía móvil para retrasar al máximo la prestación del servicio 4G. Es el caso de Pepephone ó MásMóvil que coinciden en admitir que las OMR “están tensando la cuerda de lo legal todo cuanto pueden para dificultar la incorporación de nuevos servicios y tecnologías a los pequeños”.
El 4G no es el único tema de conflicto entre las operadoras virtuales y las operadoras con red propia. El precio al que se alquilan las líneas es también motivo de enfrentamiento. Las operadoras virtuales denuncian que la regulación de los precios no es clara, y que finamente queda establecido de manera unilateral por las grandes operadoras.
Ante esta situación, algunas operadoras virtuales están actuando para poder ofrecer 4G a sus clientes. Es el caso de Pepephone, que ha anunciado recientemente su ruptura con Vodafone por la negativa de la compañía británica a ofrecerle el servicio 4G. Por este motivo, comenzará a utilizar la red de Yoigo en los próximos meses. La compañía ha presentado incluso una denuncia contra Vodafone por incumplimiento de contrato.
Vodafone y Movistar han dado sus opiniones al respecto de este tema. La operadora roja no se niega a dar servicio 4G, pero, en su opinión, “antes que nada hay que elaborar una propuesta económica y comercial que tiene notables implicaciones y un plan técnico de prestación del servicio que ni es inmediato ni resulta tan sencillo como se pueda pensar”.
Por su parte, desde Movistar aseguran, que “Telefónica tiene 4G desde septiembre y nunca se ha negado a ofrecerlo a las OMV que utilizan nuestra red. Simplemente hay que cerrar acuerdos técnicos y comerciales que no son sencillos”.