Las pantallas de los smartphones son el principal dolor de cabeza de las baterías, puesto que las pantallas son las que más energía consumen del equipo. El avance en las tecnologías también trae cosas relativamente buenas, puesto que por ejemplo la pantalla del Samsung Galaxy S5 es más eficiente que la del S4, con lo que a misma capacidad de batería debería darnos mayor duración de la misma en nuestro nuevo Galaxy S5.
No nos vamos a parar en sí cubrimos nuestro querido Galaxy S5 de cristales de Swarovsky o no, vamos a centrarnos en las características técnicas implementadas por Samsung en su nuevo terminal estrella para mejorar al S4, tarea que no será sencilla. Por el momento vamos a pararnos en la pantalla del Galaxy S5.
Como hemos dicho, las pantallas de los smartphones son el componente del equipo que más energía consume pero Samsung, a pesar de utilizar el mismo panel Super AMOLED en el S4 que en el Galaxy S5, ha cambiado la matriz de subpíxeles de una generación a otra. Afinad la vista, porque la diferencia entre la matriz tipo Pentile utilizada en el S4 a la tipo Diamond utilizada en el S5 es ínfima. El cambio entre ambos tipos está en la forma del subpíxel verde, puesto que el de la matriz Pentile es ligeramente circular, mientras que en la Diamond es cuadrado como el rojo y el azul.
Mejoras visibles en la pantalla del Galaxy S5
Además de este ligero cambio todavía queda otro más ligero aún, el tamaño de los subpíxeles. Todos los subpíxeles han disminuido su tamaño empezando por el rojo que pasa de 36 a 27 micras, los azules de 31 a 27 micras y los verdes 23 a 19 micras. ¿Qué importancia tiene esta para el usuario final? Ninguna directa, salvo que al ser menor el tamaño a iluminar menor gasto energético se produce.
El incremento final de la eficiencia de esta pantalla respecto a la del Galaxy S4 se traduce en un 27% de ahorro, además de conseguir incluso mayor luminosidad que permitiría ver mejor la pantalla en entornos muy luminosos.
Vía | Chipworks