A la espera de que se cierre definitivamente su compra por Lenovo, Motorola ha desvelado en el IFA de Berlín un nuevo terminal, el Moto X, con el que pretende volver a tener el éxito de antaño. Se trata de una clara evolución respecto al primer Moto X, no sólo por sus características técnicas, si no por incorporar funciones bastante novedosas, como por ejemplo Moto Voice, que permite al usuario personalizar cómo prefiere activar por voz su móvil.
Su pantalla ya es Full HD, tiene 5,2 pulgadas (frente a las 4,7 del modelo anterior) y es más estilizado, aunque pesa 5 gramos más (144 gramos en total). Lo más destacable de su aspecto está en su carcasa trasera, disponible en bambú o piel. En España, donde el equipo saldrá a la venta a finales de septiembre desde 499 euros (en el mercado libre), solo estará disponible por ahora en la opción de madera. Su marco también pasa a ser metálico y no de plástico.
El nuevo dispositivo también es más potente que su predecesor, pues incorpora un procesador Qualcomm Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,5 GHz, y lleva una cámara de 13 megapíxeles capaz de grabar vídeo en 4K, presenta sus principales novedades en el software. Otra aplicación destacable, además de Moto Voice, es Moto Assit, que permite entender al terminal dónde estás y que estás haciendo.
El nuevo Moto X también trae las aplicaciones Moto Display y Moto Actions. La primera permite ver notificaciones en la pantalla bloqueada sin tener que activar el dispositivo, y la segunda, silenciar el teléfono con solo pasar la mano por encima gracias a unos sensores. La cámara del equipo también trae novedades. Así, basta agitar el móvil para ponerla en marcha y tocar en cualquier parte de la pantalla para tomar una foto.