A partir de julio del próximo año, los usuarios que usen el teléfono en los países de la zona euro, tanto en llamadas como en tráfico de datos, no tendrán que abonar gastos adicionales. Esto ha sido posible gracias a una nueva normativa aprobada por la Comisión Europea.
Para poder poner en marcha la decisión del regulador europeo, las operadoras tendrán dos opciones. Por un lado, disponen del periodo comprendido hasta que se ponga en marcha la medida para presentar tarifas generales que incluyan a todos los países de la eurozona, sin asignar gastos por itinerancia. Por otro lado, si no aplicaran esa posibilidad, tendrían que ajustarse al mapa tarifario impuesto por la Comisión Europa, que supondría una reducción de hasta el 67 por ciento respecto a la oferta actual.
El organismo comunitario espera que los operadores vayan aplicando modificaciones que concluyan con la supresión completa del roaming en el año 2016, de modo que se ofrezca una oferta integral para todos los países de la Unión.
Lo cierto, es que los operadores no han aplaudido esta nueva imposición. Aseguran que con la desaparición de los gastos extras en el extranjero dejarán de recibir unos 1.600 millones de euros. Con esto, apuntan, habrá un detrimento en el gasto de infraestructuras, señalando que en última instancia será el usuario el que se verá perjudicado.
Con todo, la opción más plausible para los operadores pasa por configurar tarifas competitivas para que los clientes europeos puedan adscribirse a los planes que más les convengan, no sólo juzgando ofertas para servicios en territorio nacional, sino también para optar a posibles usos del móvil en el extranjero y dentro de las fronteras de la Unión Europea