Sin lugar a dudas la compañía canadiense BlackBerry se encuentra viviendo en estos momentos una de las situaciones más difíciles y complicadas dentro de su historia comercial, y es que se encuentran atravesando una seria crisis financiera que está ahogando el futuro inmediato de la empresa.
Dentro del mercado de la telefonía móvil, esta compañía BlackBerry apenas tiene relevancia frente a otras ofertas más competitivas como Apple, Samsung, Google, Nokia o los asiáticos de HTC; motivo por el cual se hayan planteado vender una parte de la compañía, lo cual se logró impedir a última hora, y se haya anunciado la destitución del CEO de la misma, en este caso le costó el puesto a Thorsten Heins.
Pues bien, para intentar reconducir el curso de la compañía, y a su vez hacer cuadrar las finanzas, los inversores de BlackBerry han nombrado a un nuevo directivo y el mismo ha puesto ya en práctica un nuevo plan de reestructuración de la empresa, el cual prevé, entre otras medidas drásticas, el despido de más de 4.500 trabajadores.
Con este supuesto adelgazamiento de la plantilla de BlackBerry, se espera obtener una estructura laboral acorde con las demandas del mercado, que en el caso de BlackBerry son bastante limitadas, y de este modo intentar que las finanzas internas puedan alcanzar cierto nivel de estabilidad.
Durante muchas semanas atrás se especuló mucho con la idea de la venta de la compañía, o por lo menos de una parte de la misma, diciéndose que compañías como Apple, Facebook, Lenovo, Google o hasta Microsoft, entre otras, habían entablado conversaciones para realizar una oferta de compra, o por lo menos habían mostrado su interés en hacerse con la amplia cartera de patentes de la que dispone BlackBerry en estos momentos.
Pero nada de eso se ha concretado, por ahora BlackBerry no está en venta, aunque ello implique un despido masivo de sus trabajadores.